Lo primero que hay que decir acerca de esta cerveza holandesa es... que nunca te fíes de una cerveza que se envasa en botella verde. Según creo, y me he informado bastante, el vidrio verde permite el paso de la frecuencia de la luz afectando al lúpulo y así la cerveza desarrolla 'defectos' que en el caso de la envasada en vidrio marrón no desarrollará (o no tan fácilmente).
Llama la atención, si la encuentras en supermercado, su envase. Salta a la vista porque es bonita. Una botella de vidrio verde con tapón, lo que se conoce como un growler (las botellas que ha tenido tu abuela de tooooda a vida). Da juego, ya que puedes reutilizarla para agua, cerveza artesanal... y por los 1.49€ que me ha costado, no está nada mal.
Como su máxima rival en ventas, la mundialmente conocida Heineken, tiene un aspecto flojo y ligero, una cerveza muy suelta.
Cuando oyes el POP que produce al abrirse su tapón, huele a malta. También a grano... un olor muy a cerveza sin alcohol. El color es oro brillante y la espuma escasa (para algo es Premium, no?). El sabor sigue el estilo del resto. Muy pobre... te la bebes un día de calor y seguro que refresca, por donde pasa moja, pero hasta ahí. Eso si, si estás en un bar y sólo puedes elegir entre la Grolsch y Heineken, pide esta, saber mejor. En sus 45cl contiene un 5% ABV (Alcohol By Volume).
Mi nota personal sería (personal, repito:personal):
- AROMA: 4/10
- APARIENCIA: 2'5/5
- SABOR: 5/10
- EN GENERAL: 4/10
Para mí es una cerveza de verano, sin más. ¿Merece la pena? Pues por el casco sí, pero por el contenido.. no.
Enlaces de interés: Grolsch
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