Si hay una cerveza de la que habla todo el mundo es, sin duda, la doble malta. La que está buenísima, la del anuncio, "eso sí que es cerveza de verdad" y un largo etcétera para referirse a ella. Bien, los que bebemos cerveza de calidad a diario tenemos otra opinión. Ésta es la mía:
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| Voll-Damn Doble Malta del Grupo Damm |
De aspecto cobrizo y totalmente translúcida, se corona con una espuma blanca, fina y efímera. De aroma, encontramos el famoso toque industrial, concentrados y extractos de lúpulo que no se llevan bien con el maíz y el arroz que son, al fin y al cabo, el 83% de la receta. Ya en boca, lo primero que destaca es el dulzor que acompaña al alcohol, que se hace presente en todo el trago, siendo ésto quizá lo que llame la atención del público no especializado. Es verdad que tiene más cuerpo que una lager normal, y más ABV con ¡7,2%!, pero de ahí a etiquetarla como Märzenbier... hay un paso. Una cerveza de cuñao cervecero.
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